Foto: elmundo.es
“Balzac ha descrito
muy bien esa maniobra, cuando aconseja al hombre que la trate como esclava,
persuadiéndola de que es una reina.” Simone de Beauvoir. “El Segundo Sexo”.
El gobierno nacional del presidente Lenín Moreno ha iniciado
la llamada “Gran Cruzada Nacional” en contra de la violencia a la mujer, que ha
sido bien recibida por todos los sectores de la sociedad ecuatoriana. Sin
embargo, considero que de nada sirven este tipo de bien intencionadas campañas
ya que, por otros medios, se hace apología a la violencia de formas más sutiles,
que al final, son lo mismo ya que, por todos es conocido que los medios de comunicación
ejercen poderosa influencia no solamente en la opinión de las personas sino
también en su forma de entender la cultura y hasta en sus modos de ver la vida.
Por lo mismo, no es raro que la belleza física de una mujer
y más, si ésta es política, sea ensalzada por éstos y, en consecuencia, dejen
un mensaje equivocado a la sociedad, al considerar que la belleza física es una
cualidad importante incluso, por encima de las cualidades políticas y de otra
índole que pueda poseer una mujer. Prueba de ello, es la cantidad de ex misses
y ex presentadoras de televisión que han sido electas para dignidades populares
para luego, desempeñar un papel lamentable en los cargos asignados,
demostrándose que han sido un simple adorno o un relleno en las listas que
buscaban sacar votos a como dé lugar, incluso apelando a los que no conciencian
en la responsabilidad cívica de su voto. Así mismo, es triste constatar los múltiples casos de violencia
doméstica que son tratados como de crónica roja e incluso parodiados en los
medios audiovisuales, provocando por lo mismo, la mofa e indiferencia de la
sociedad.
Sin duda y por tal razón, creo que no se ha avanzado
mucho en políticas de igualdad de género en Ecuador ya que los entes encargados
de guiar a la opinión pública y, lo que es más curioso, las mismas mujeres políticas,
no se han concienciado de lo que está pasando y al contrario, se han preocupado
más bien de defender y magnificar supuestos atentados a los derechos de las
clases pudientes, mientras minimizan los del pueblo llano.
Todo esto me ha llevado a la reflexión a propósito de un
reportaje realizado en un medio escrito ecuatoriano, donde se entrevista a unas
asambleístas las mismas que han sido fotografiadas excesivamente maquilladas y
vestidas con vaporosos vestidos de color blanco dando así, una falsa imagen de
una supuesta libertad, con preguntas que abarcan tópicos que parecían resueltos
dentro del manejo de las entrevistas, como el mismo titular que las presenta
como “La bellas de la Asamblea al banquillo”. En cuanto al tema político, éste es tratado
con sarcasmo y prácticamente delegado a un segundo plano, con preguntas propias
de farándula como: ¿Alérgica a los chatos o narizones?, ¿Confesaría que cuando
estuvo en China, usted comió?, ¿Con qué peca Anita?, ¿De reina de belleza, a
reina del hogar y ahora reina de la política?, ¿Qué le dice su espejo?, ¿A
quién le daría un zapatazo?, ¿… un besazo?, Usted tiene fama de peleona ¿a
quién invitaría a un ring de boxeo?, ¿Hoy sus labios hablan más que su mirada?,
etc.
Recordaba por lo todo lo anterior, que, hace algunos años,
leí una preciosa entrevista realizada para la revista femenina “TELVA” -que de
femenina tiene lo básico-, a la presidenta del Partido Popular Vasco de ese
entonces, Arantza Quiroga quien, -como creo que debe ser un entrevista para
este tipo de personajes-, se la presentó como lo que era conocida, una
destacada política del Partido Popular y para lo cual, se le tomó fotografías en
los lugares emblemáticos de su jurisdicción como la ciudad de San Sebastían con
su famosa playa y ella misma, vestida de manera discreta pero al mismo tiempo
elegante y casual, es decir con unos sencillos vaqueros, zapatos de tacón alto color
marrón, una blusa celeste y un “trench” color beis que, hacían resaltar de
manera sobria su indiscutible y natural belleza física y el papel que ella representaba
dentro de la política.
Ni qué decir que quedó bastante claro quién era Arantza Quiroga
ya que se analizaron diversos aspectos de su faceta política particularmente,
al haber sido recientemente nombrada presidenta del PP del País Vasco, así como
también, de su faceta personal, destacándose para mi sorpresa, sus firmes
creencias religiosas al ser católica y reflejadas en su estilo de vida y en su
concepto de familia, lo que le ha hecho sumar muchos seguidores.
Al final de la entrevista me quedó un sabor agradable al
verme representada como mujer, por alguien que no ha asumido un papel de simple
adorno para reforzar el prestigio de un hombre o que utiliza su belleza para
escalar posiciones, sino que es alguien que se representa a sí misma, que da
aportes a la política y a la sociedad española y que, al mismo tiempo, se
constituye en una referencia para la mujer moderna.
Aspectos que, lamentablemente, no se dieron en el primer
ejemplo.
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