miércoles, 7 de marzo de 2018

EL PIMIENTO GOURMET


 Foto: Pimentón de La Vera
 Foto: Pimiento de Padrón
 Foto: Pimiento de piquillo de Losada
Foto: Pimiento de Torquemada

Los únicos que siempre están de vuelta son aquellos que nunca han ido a ninguna parte. Antonio Machado

Sin duda, uno de los ingredientes imprescindibles de la gastronomía española es el pimiento.

El pimiento se lo prepara y se lo sirve de infinitas maneras, destacándose de manera particular los pimientos rojos de Piquillo, los de Padrón y el pimentón de La Vera, este último con la variedad picante, agridulce o dulce dependiendo de las especias que se la añaden y sirve para sazonar y dar el color el rojo característico de las paellas, embutidos o sopas.

Alrededor del pimiento se tejen no solamente una variedad de platillos, sino también leyendas, fiestas, festivales y concursos, donde la ciudadanía tiene la oportunidad de catar el producto cada vez mejorado en su sabor, apariencia y calidad.

Por lo mismo, se comenta que su nombre se deriva seguramente porque los primeros que lo probaron, dijeron que era picante como la pimienta y, al igual que sucedió con la patata, el cacao o el tomate, llegó a Europa de la mano de Cristóbal Colón luego de su tercer viaje a América, donde se lo cultivaba particularmente en Perú y Bolivia y desde allí, se había extendido por toda centro y sur américa. En el caso de los de Padrón, al parecer, lo llevaron los monjes franciscanos venidos de américa en el siglo XVI, al convento de San Francisco de Hebrón en la parroquia de Padrón en la Coruña-Galicia.

Los primeros pimientos se lo presentaron como obsequio a los Reyes Católicos y luego se los cultivaba en los terrenos del monasterio de Guadalupe en Cáceres más como una planta de ornamentación que comestible. De allí, fueron llevados al monasterio de Yuste desde donde salió extramuros avanzando hacia Italia y los países eslavos, siendo en el siglo XIX donde alcanzó su apogeo sustituyendo en importancia al lino y a la seda y particularmente en España se asentó en la zona llamada La Vera, lugar donde nació la leyenda del famoso condimento del Pimentón de La Vera.

Para obtener este pimentón, se lo siembra en los meses de febrero hasta abril y cuando ya ha logrado una maduración óptima, es decir entre septiembre y octubre, se lo cosecha. Luego se procede al “secado” en secaderos de corriente vertical con hogar inferior en las propias casas de los agricultores, donde se colocan unos secadores con leña de roble y encina, mientras los agricultores los voltean de vez en cuando. Este proceso dura unos 15 días hasta que el pimiento se queda solo con el 15 % de su humedad y finalmente se lo muele hasta obtener la consistencia del polvillo característico del pimentón.

Muchos de los pimientos además, han obtenido su denominación de origen luego de un meticuloso estudio y aplicación de condiciones adecuadas para obtener un pimiento de altísima calidad que, por tal razón, alcanza precios elevados y a los que sus productores, muchas de las veces, se quejan que se está prefiriendo el pimentón que viene de otros países, más económicos pero sin la calidad y el trabajo del producto de denominación de origen que indudablemente, es mejor.

Los pimientos de Padrón también su cosecha empieza en Mayo, extendiéndose hasta octubre y noviembre para hacerle coincidir con la matanza del cerdo. Se caracteriza porque su tamaño es pequeño, alargado y de color verde, seguramente por su adaptación al clima de Galicia que lo fue achicando de tamaño hasta quedar con las características que le han dado fama. Se suelen dividir entre los que han recibido mayor insolación y los que más sombra y en que si son más o menos picantes. Se los sirve generalmente asados.

También se desarrolló otra variedad en la localidad de Losada, el pimiento llamado de Piquillo cuya forma es triangular, no muy grande, muy rojo y se lo envasa en latas luego de asarlos para ser servido de muchas formas directamente a la mesa, especialmente rellenos con bacalao.

Y entre los pimientos frescos para ensaladas, tapas, ser asados o en estofados, se destaca el pimiento rojo de la localidad de Torquemada que se destaca por su sabor, color, tamaño y consistencia.

Maravillosa manera de mejorar los productos que nos ha dado la madre tierra hasta convertirlos en verdaderos productos gourmet.

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