viernes, 15 de octubre de 2021

LOS CONCURSOS LITERARIOS

 

                                           Imagen: ytulibro.com


"Los que pueden actúan, y los que no pueden y sufren por ello, escriben". William Faulkner

En meses anteriores anduve por la red buscando información adicional para publicar mi último libro y caí por casualidad en un blog bastante extraño, por decir lo menos ya que, en el mismo, su dueño se había dado el trabajo –que le tomaría algunos años dada la dimensión de su “investigación”- de recopilar cuanta información negativa sea posible acerca de editoriales y concursos literarios, la mayoría, españoles.

En dicha recopilación se quejaba, principalmente, de la preferencia que se daba a autores españoles en detrimento de los latinoamericanos y llevando con ello -a tenor de los comentarios suscitados- a muchos autores a culpabilizarlos de sus fracasos profesionales, entre ellos, el de él mismo.

Y la verdad, no estuve de acuerdo con ello e incluso, me tomé la libertad de opinar que menos mal, me lo dejó hacer ya que otros se habían quejado que comentarios que no iban con la línea de pensamiento del dueño del blog, eran eliminados. Y manifesté mi desacuerdo en el sentido que dichos concursos o publicaciones son promovidos por instituciones españolas con el objetivo, claro está, de provocar la lectura en los ciudadanos; así como también, que las editoriales tengan la libertad de escoger lo que bien les parezca para publicarlos.

Y en efecto, muchos de estos concursos tienen a su haber muchos años y, pese a algunos desaciertos, gozan de gran prestigio al haber sabido seleccionar a los mejores autores de los cuales, podemos gozar de su genialidad a través de sus obras. De allí, que no me llama la atención la lógica aspiración de muchos escritores para participar y ganarlos ya que ello, sin duda, los consagraría y sus obras podrán ser leídas por todo el mundo recibiendo, además, un aliciente económico que seguramente aliviará muchas de sus necesidades materiales. Este mismo año, el premio PLANETA, por ejemplo, dotará un premio de un millón de euros superando al del NOBEL DE LITERATURA.

Como decía, estos concursos los convocan instituciones públicas y privadas, entre ellos muchos ayuntamientos, autonomías, editoriales o grupos de personas que han creado los premios con el máximo anhelo de promover la lectura como el caso del concurso CAFÉ GIJÓN, que fue creado por el actor ya fallecido, Fernando Fernán-Gómez y otros amigos de las tertulias que se realizaban en el famoso Café Gijón de Madrid. El premio alcanzó tal prestigio que el Ayuntamiento de Gijón lo patrocina actualmente.

Por todo lo anterior, creo más bien, que el dueño del blog y sus seguidores deberían exigir a los gobiernos e instituciones privadas de sus respectivos países a que promuevan más concursos o, que las ya existentes, funcionen mejor para, de esta manera, generar nuestras propias leyendas ya que, en mi caso particular, por ejemplo, me presenté a un concurso promovido por un núcleo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, creyendo fervientemente que era la mejor manera de promocionar mi obra y darme a conocer y, qué mejor que en el país donde yo había nacido. Por lo mismo y conociendo el mal funcionamiento de los correos del Ecuador, escribí un correo electrónico a una dirección sugerida por los organizadores en una web de escritores, con el objeto que me confirmen si la fecha del envío de la obra por correo certificado contaría como dentro del plazo de entrega.

No me contestaron y, desesperada viendo que ya se vencía el plazo, envié otro email y tampoco. Decidí, entonces, contactar en Facebook a través del Messenger y nada. Total, que nunca contestaron. Poco después, vencido el plazo y sin haber participado, me enteré de un ganador anterior que se quejaba que ya eran varios meses del fallo y que no había recibido aún su premio.

Ante ello, no me parece extraño que se busque reconocimiento en otros países, particularmente en España ya que, para más inri, ni los que son portadores de verdaderas joyas literarias a su haber, son valorados. Hace pocas semanas falleció el reconocido escritor ecuatoriano Eliécer Cárdenas y ninguna institución gubernamental lo lamentó oficialmente. Por ello, en medio de esta sequía cultural, celebro que al menos, se realice la Feria del Libro de Guayaquil, la misma que que parece va ganando cierto prestigio, aunque, para mi pesar tengo conocimiento que se cobran las entradas cuando debería ser gratuito para que todo el mundo pueda acceder a ella. Así mismo, creo que las obras expuestas deben representar el pluralismo de las ideas y no tener dedicatoria en contra o a favor de alguna tendencia política del momento.

Solo de esta manera se fomentará el reconocimiento de nuestros grandes escritores y la creatividad de aquellos que tienen el talento innato de escribir.

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