domingo, 29 de septiembre de 2024

Controvertidos AMÉLIE y UN TRANVÍA LLAMADO DESEO

 



Cuando menos sabe una persona, más convencido está. Boris Cyrulnik

Hoy quiero comentar sobre dos películas que han generado controversia, pero con diversa significación.

Me refiero a “Un tranvía llamado deseo” y a “Amélie”.

En el caso de Un tranvía llamado deseo, película estrenada en el año 1951 y dirigida por Elia Kazan, me he permitido discrepar con diversas opiniones que han surgido, en el sentido que la película es reconocida porque en ella se dio a conocer un mito indiscutible como lo fue Marlon Brando y poco más.

La película en realidad, nunca la había visto cuando vivía en Ecuador, ya que nunca la pasaron por televisión además que, si bien podía haberla visto en Beta o VHS, los pocos distribuidores que alquilaban películas en este formato, no la tenían o si la tenían, era de malísima calidad que casi no se apreciaba nada. De tal modo, que recién tuve la oportunidad de verla por primera vez aquí en España y por televisión, hace apenas unos dos o tres años y la verdad, me llevé una gran decepción y pena a la vez, ya que me había creado una idea preconcebida, lógicamente magnificada por los críticos y los medios, en el sentido que Brando hizo su gran debut lo que, a mi modo de ver, su actuación no fue tan grandiosa ya que fue opacado por la sí, brillante actuación de Vivien Leigth, en su papel de una enferma mental, lo que lo llevó a conseguir el tan ansiado premio Oscar por ello.

Debo confesar, además, que no me suena alguna película que Marlon Brando haya hecho una actuación destacable, a no ser que se luciera por ser un hombre extremadamente atractivo que, fuera de ello, ni en El Padrino o en El rostro impenetrable, no pasan de ser actuaciones normales.

En el caso de Amélie, en cambio, son otras las apreciaciones y será por su reciente estreno -en el año 2001-, cuando ya apareció el internet y, consecuentemente, las redes sociales, que ha generado diversas opiniones siendo, la más frecuente, que es una historia sencilla que incluso a muchos, no les dice nada.

En este punto, me permito nuevamente discrepar ya que, por algo, la película no dejó indiferente a nadie –sobre todo en Europa- y obtuvo muchos premios, al ser considerada rompedora y original y que a mí, particularmente, me dejó en shock.

Debe ser porque pienso que cuando uno lee un libro, va al teatro o al cine, espera encontrar, no solamente una buena historia sino también, emociones o algo que le permita recordarla por mucho tiempo.

Amélie es una historia de realismo mágico, sin duda, de tal manera que la relación entre ella y el chico del cual está enamorada, es el centro alrededor del cual giran diversos factores que la hacen única, como el vestuario de la protagonista, su peinado, su forma de ser, la escenografía que semeja a un cómic y la misma historia en sí, que es rocambolesca pero divertida y tierna a la vez, lo que me ha provocado que tenga que verla repetidas veces para descubrir una vez más, pequeños detalles que habían pasado desapercibidos en su momento, y esto último, considero que es el ingrediente imprescindible que debe tener una buena película para trascender en el tiempo y ser considerada un clásico.

Películas controvertidas innecesariamente que, tal vez por ello, recomiendo verlas nuevamente.

 

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