Fotos: Isabel Collins
El domingo pasado tuvimos los ecuatorianos el tradicional "Pase del Niño" que se realiza año tras año en Madrid, gracias a la gestión desinteresada de un entusiasta grupo de ecuatorianos, entre los que se encuentra la Asociación Rumiñahui, grupo de danza "QUITUS", banda de música "Virgen del Quinche" y un grupo numeroso de bailarines y artistas que tratan de mantener vivas las tradiciones y cultura ecuatoriana entre la comunidad que se encuentra en España y que se ha visto obligada a inmigrar por las circunstancias por todos conocidas.
Para mí personalmente, es muy enriquecedor, ya que al no haber pasado durante 10 años las fiestas de navidad en mi país, me permite evocar y vivir de alguna manera, lo que muchas veces no valoramos.
Permanentemente y a travez de los años recuerdo con intensidad esta maravillosa fiesta que con evidente e intenso cristianismo se vive en Ecuador. Es inevitable para mí evocar el olor a incienso que salían de cualquiera de las Iglesias que a lo largo de la Calle de las Siete Cruces indicaban que dentro de ellas se estaba celebrando la novena del Niño, así como tambien oir villancicos como el "Dulce Jesús Mío" o el "Bienvenido Seas" que sonaban repetidamente en los almacenes y hogares. Y luego, el renovar del espíritu cristiano en los hogares en el último día de la Novena osea la Nochebuena, para luego pasar a la suculenta cena, generalmente con pavo y artesanales dulces como las buñuelos con miel.
Episodios como el Pase del Niño nos permiten de alguna manera tener un pedacito de Ecuador en estas tierras que nos han acogido con los brazos abiertos y a la vez, dar a conocer a la gente que aquí vive nuestra riquísma cultura.
* La fiesta terminó como no podía ser de otra manera, con un delicioso yaguarlocro como no hábía comido en mucho tiempo. :p
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