jueves, 17 de octubre de 2019

VIVIENDO EN UN MICROCLIMA


                                                                  Foto: Incendios en la Amazonía en 2019

"LAFELICIDAD ESTENER BUENA SALUD Y MALA MEMORIA" Psiquiatra Enrique Rojas

Había leído este artículo que, aunque me sorprendió su contenido, tampoco me resultó nada nuevo ya que,en el algún momento, había reflexionado sobre la situación climática a nivel mundial nada más llegar a España y realizar comparaciones con respecto a Ecuador.

El artículo refiere a ciertas zonas de Madrid donde se percibe más calor durante el verano y que, según algunos estudiosos, parece influir la situación económica de la zona, aunque, no es menos cierto también, que influyen otros factores como los políticos, ya que está comprobado que se requiere voluntad política para controlarlo y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de sus gobernados y por qué no, del resto del mundo.

Y lo digo porque los lugares donde se encuentran ubicadas las viviendas, por ejemplo, las autoridades han procurado que cuenten con suficientes parques, espacios públicos y lugares de ocio para disfrutar no solamente de la naturaleza, sino también, para socializar y vivir una vida de barrio, cualidad única y del que todo el mundo se admira cuando llega a Madrid, particularmente.

En Córdoba y otras ciudades andaluzas también, comprobé que al ser ciudades que registran elevadas temperaturas durante el verano en relación con el resto del país, las viviendas -la mayoría casas unifamiliares- acogen dentro de ellas los famosos “Cármenes” que no son sino, viviendas con patio interior donde, además de embellecerlas con plantas y flores, durante el verano, son regadas con abundante agua, permitiendo de esta manera refrescar el ambiente y compartir sosiego y conversaciones con amigos y familiares. En este punto, me ha llamado la atención que Quito o Chimbo, por ejemplo, siendo frías ciudades de la serranía ecuatoriana, cuentan con viviendas coloniales con patio interior, lo que aumenta aún más la sensación de frío que, en cambio, en la costa no se los ha hecho. Parece más bien que hoy por hoy, las grandes mansiones de la gente pudiente, lo hacen sí, rodeándose, además, de preciosos jardines y espacios verdes al estilo de Miami, que refrescan sus lugares de vivienda privilegio que, en cambio, no puede disfrutar la mayoría de la población, contando con apenas algunos parques o solares con vegetación autóctona, que felizmente no han sido explotadas para construir viviendas o edificios.

Por otro lado, durante el invierno y particularmente en los pueblos rurales, las gruesas paredes evitan la pérdida de calor sin tener que recurrir al uso de una gran cantidad de energía eléctrica para calentadores persistiendo también, la costumbre de utilizar la leña para encender chimeneas y braseros.

Se dice que el desierto de África, avanza peligrosamente con un promedio de 2 centímetros al año hacia España, lo que ha disparado todas las alarmas y provocando que se tomen algunas medidas que, sin embargo, no ha impedido -y esto es lo que más admiro- que los ciclos estacionales del año se cumplan con relativa puntualidad, de tal manera que están claramente diferenciadas durante los meses que les corresponde. En abril, mayo o en octubre, llueve copiosamente, permitiendo que los embalses se llenen para proveer de agua potable a las ciudades y la tierra se refresque, de tal manera que las cosechas y los productos de la época, estén garantizados en los mercados. Así mismo, la nieve cae en los meses más duros del invierno, fomentando la hidratación de la tierra y el fomento del turismo en las estaciones de esquí durante las épocas señaladas para ello. También el deshielo cumple su ciclo, provocando la explosión primaveral llenándolo todo de verdor y colorido y las aves que migran desde otros continentes también pueden cumplir su ciclo natural, manteniendo de esta manera, el equilibrio ecológico.

Tiene mucho que ver también, un buen número de parques nacionales protegidos, además de, la siembra de árboles adecuados para cada región ya que no es lo mismo, un tipo de árboles para zonas áridas que requerirían de poca agua para subsistir, que para zonas húmedas en el norte de España, de tal manera que dichos árboles no mueren y cumplen su ciclo de florecer en primavera, refrescar en verano, cambiar de color y caer sus hojas en otoño, lo que no impide que las empresas de jardinería municipales con profesionales capacitados para los mismos, cuiden y mantengan los parques y jardines públicos en la medida y en el tiempo que lo requieran.

Todo este microclima se percibe dentro de un puñado de kilómetros cuadrados que, sin embargo, no ha impedido que los ciclos se alteren ya que, cada año vemos que van aumentando los días de verano así como los grados de temperatura, lo que parece ser influenciado por el descuido e irresponsabilidad en cambio, de otros países, a tal punto que en el caso de Brasil concretamente, ya se ha visto que los gobernantes desconocen que la Amazonía es el pulmón del mundo y privilegian las explotaciones madereras que benefician a unos cuantos pocos.

Vivir en un país que se preocupa de cuidar su entorno, no garantiza entonces que gocemos de ello ya que las fronteras son invisibles y todos deberíamos tomar conciencia que el mundo nos es prestado y no es propiedad de unos pocos, por lo que deberíamos cuidarlo y respetarlo para que nos beneficien a todos y no sea solo un privilegio de países desarrollados.

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