Foto: Teba. M.Carmen Burgos
He recorrido más de media España y he caído en
cuenta que disfruto bastante de sus paisajes naturales gracias a que está bien
definido lo que es lo rural y lo que es lo urbano. ¿Qué quiere decir esto? Que están bien delimitadas las fronteras de
cada uno y que no se confunden, es decir que las viviendas en su medio urbano y
el campo, en su medio natural.
Y no me refiero solamente a lo paisajístico y
humanístico, sino también a las funciones de cada una que están bien definidas,
ya que los pueblos pequeños si bien pueden alcanzar estándares de calidad de
vida que pueden encontrar en las grandes ciudades, sin embargo se encuentran en
medio del campo con todas las características propias derivadas de aquello. Por
ejemplo, existe una relación directa del hombre con el medio natural, ya sea
por medio de las actividades agropecuarias, agroindustriales y de conservación
natural.
Tiene pocos habitantes, viviendas y tráfico, por consiguiente hay poca polución.
Aunque también tiene sus desventajas ya que pese a tener los servicios básicos
elementales, en la mayoría de los casos los pobladores tienen viajar a las grandes ciudades
para acceder a los servicios más especializados.
En cambio, en las grandes ciudades a más de poseer
mayor extensión, poseen todos los servicios e infraestructuras, lo que deriva
en una alta concentración de habitantes (generalmente más de diez mil) y de tráfico
vehicular, lo que redunda en una mayor contaminación ambiental. Las actividades
como la industria se localizan fuera de la ciudad, en los llamados los
“polígonos industriales” de tal manera que tampoco se mezclan con las viviendas.
Ellos también forman un ambiente paisajístico, lleno de naves y de fábricas que
tampoco se hace desagradable porque se ve organizado y bien delimitado.
Pero a lo que voy: las viviendas sean rurales o sean
urbanas, se encuentran dentro de perímetros establecidos, por ello no se ven
viviendas en medio del campo, a excepción claro está, de casas de campo o
haciendas desde donde dirigen los cultivos y la ganadería, merenderos, pajares,
bodegas o pequeños habitáculos donde descansan los trabajadores.
He llegado a conocer que para construir lo
anteriormente señalado, los interesados deben sacar una serie de permisos y
autorizaciones con el costo económico que ello requiere, claro está, con el
añadido de que el mismo dueño tiene que buscar la manera de adaptar los
servicios a su nueva construcción, ya que los municipios no estarían obligados
a cubrirlas prioritariamente, como si de una ciudad se tratase. Por ello, lo
hacen quienes verdaderamente se van a dedicar a actividades del campo.
Todo esto lo comento porque en Ecuador no es fácil
encontrar estos límites. A lo largo y ancho de todo el país, no se sabe dónde empieza
la ciudad ni donde termina el campo. El derecho a tener una vivienda (como
siempre los derechos) ha dado lugar desde hace decenas de años, a que se
construyan viviendas indiscriminadamente en el campo especialmente a lo largo
de las carreteras, lo que repercute en la baja calidad de vida de estas
personas, porque al ser imposible que el Estado llegue con todos los servicios
a su nueva construcción, no puedan acceder a lo mínimo para vivir decentemente
como luz y agua potable, teniendo que esperar muchísimos años hasta que alguien
se digne en proveerlas.
No es raro entonces, que estando conduciendo por una
carretera principal, un guagüito salga disparado detrás de un animalito el rato
menos pensado, lo que provoca accidentes de tránsito que lamentar o lo que es
más triste, una contaminación visual desagradable, al ver todo desordenado,
caótico con casas incluso construidas con diseños que no se conduelen con el
espacio natural que los rodea, siendo los conductores de vehículos testigos
involuntarios de sus actividades íntimas
y familiares porque están a la vista de todos. También se observan fábricas que
están dentro de los perímetros urbanos, incluso dentro de las mismas casas con
el consiguiente peligro que eso conlleva.
Demasiadas noticias existen de incendios, explosiones o contaminaciones de ríos por esta causa, sin que nadie se responsabilice por ello.
Demasiadas noticias existen de incendios, explosiones o contaminaciones de ríos por esta causa, sin que nadie se responsabilice por ello.
Me gustaría como ha sido desde el principio mi
compromiso a través de este blog, hacer llegar un llamado de atención a las
autoridades gubernamentales, que pese a que la ciudadanía ha pedido cambios, el
rato de materializarlas todo el mundo se opone, regular un poco más esta
situación, ya que no solamente afecta turísticamente sino a la misma calidad de
vida de estas personas que en resumidas cuentas, si de derechos se trata,
tienen derecho a vivir en un ambiente donde puedan acceder a todos los
servicios y comodidades que requiere un ser humano en el siglo XXI.
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