EL PERIODISMO ES LA LITERATURA CON PRISA. Matthew Arnold
Se está produciendo un creciente rechazo a la presencia de
venezolanos en el Ecuador el mismo que no está alejado de la realidad que se enfrentan en otros países como Perú, Colombia o Brasil, siendo con éstos últimos,
que se ha llegado hasta graves conflictos políticos entre sus respectivas
autoridades.
La gente no solamente se queja del excesivo número de
personas de origen venezolano que entran por las fronteras, sino también, del
aumento delincuencial por parte de ellos. A diario, las redes sociales dan
cuenta de asesinatos o asaltos con especial virulencia, los mismos que hacen que
la población adopte actitudes de autodefensa como no alquilarles viviendas, por
ejemplo, no darles trabajo o no comprarles cuando venden en las calles,
redundando por tal razón, en un círculo vicioso que provoca justamente lo que
se rechaza. Si no hay trabajo o no se les compran sus productos, esta gente no tiene
que comer, tiene trastornos psicológicos, se desespera y finalmente, delinque.
En este punto, quisiera invitar a la reflexión que, de
hecho, lo he compartido numerosas veces a través de mis redes sociales ya que,
siendo yo misma extranjera, he vivido en carne propia algún rechazo que, sin
embargo, gracias a las políticas gubernamentales de mi país de acogida, se nos
ha permitido demostrar que podemos ganarnos la vida dignamente a la vez que, aportamos lo mejor de nosotros
mismos al enriquecimiento de todo tipo de este país, en mi caso, en España.
Cabe recordar, también y viniendo al tema, que hace algunos
meses se produjeron por parte de franceses de origen árabe, importantes
manifestaciones no exentas de vandalismo y agresividad en Francia, lo que provocó
un debate nacional intentando saber qué fue lo que falló en la integración de dichos
extranjeros y la conclusión fue que éstos, al no integrarse, habían creado guetos donde, especialmente los jóvenes, al no encontrar trabajo o vivir en un
ambiente hostil, optaban por aislarse y refugiarse en su cultura y en su
religión de forma radical, llegando muchos de ellos a coquetear con
grupos extremistas con los nefastos resultados por todos conocidos.
En dichos debates, también se tomó como ejemplo de
integración positiva a España que, como es sabido, aún con todas sus fallas ha
logrado que los extranjeros, particularmente los de origen árabe, se integren de
mejor manera, aunque siempre existe alguien que no lo hace, pero ello es
lógico porque se sale fuera de todo control humano por más buena voluntad que se tenga.
¿Qué cómo se ha logrado lo anterior? Pues con políticas claras
de integración partiendo, primeramente, de censos que permitan conocer la
cantidad de extranjeros que viven en Ecuador, saber quiénes tienen trabajo y si
no los tienen, conocer cuáles son sus aptitudes y también, saber cuáles serían
las áreas donde existe alto índice de ofertas que no son cubiertas por los
españoles, para que ellos lo hagan.
Es decir, un sistema estructurado que se organiza
para acoger o rechazar a estos extranjeros en función de las necesidades
laborales y de los servicios sociales que puede ofrecer Ecuador, sin afectar a los
que ya viven y atendiendo, en casos de extrema necesidad, a aquellos que
vienen por razones humanitarias que, generalmente, son pocos lo que no llegan ni
a decenas. Por el otro lado, siempre hay alguien, para qué negarlo, que se
siente perjudicado, pero normalmente son gente desinformada y que siente
peligrar su estado de bienestar.
En nuestros países y en lo que concierne en el caso concreto
de Ecuador, lo que se ve es una desorganización total porque, ni la gran
mayoría de ciudadanos ecuatorianos puede acceder a un empleo digno y, sin
embargo, se ha permitido recibir a casi 500.000 venezolanos, muchos más que lo que
sumamos los ecuatorianos en España, país que triplica, por cierto , en población al Ecuador.
Parece ser que existen razones políticas en tal acogimiento
y no sé con qué fin, lo que ha provocado la incomodidad de los autóctonos y las
condiciones de miseria para los que llegan que, al no contar ni siquiera con
organizaciones sociales, peor autoridades que los representen, porque, cosa
curiosa, Ecuador tiene asambleístas que representan a los inmigrantes, pero
parece ser que solamente representan a los ecuatorianos EMIGRANTES más no, a
esta gente que también ha tenido que salir de su tierra y han llegado a Ecuador
en calidad de INMIGRANTES y por lo mismo, con necesidades de apoyo,
asesoramiento, representación o algún tipo de ayuda que ayude a paliar en algo,
el rechazo social al que se enfrentan y la desorientación de todo tipo que hace
que tomen decisiones equivocadas.
“Patria es donde comen mis hijos” decía Serrat que le dijo
su madre cuando de pequeño le preguntó de dónde eran. Por lo
mismo, solamente se ama donde recibe lo que se necesita. Lo contrario solo
genera resentimiento, dolor, locura y finalmente, violencia.
Y eso es lo que, al parecer, sucede con los venezolanos.
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