lunes, 16 de septiembre de 2019

PATRIA, lugar donde uno come

                                         Venezolanos entrando por el Puente de Rumichaca. Foto: elperiodico.com

EL PERIODISMO ES LA LITERATURA CON PRISA. Matthew Arnold

Se está produciendo un creciente rechazo a la presencia de venezolanos en el Ecuador el mismo que no está alejado de la realidad que se enfrentan en otros países como Perú, Colombia o Brasil, siendo con éstos últimos, que se ha llegado hasta graves conflictos políticos entre sus respectivas autoridades.

La gente no solamente se queja del excesivo número de personas de origen venezolano que entran por las fronteras, sino también, del aumento delincuencial por parte de ellos. A diario, las redes sociales dan cuenta de asesinatos o asaltos con especial virulencia, los mismos que hacen que la población adopte actitudes de autodefensa como no alquilarles viviendas, por ejemplo, no darles trabajo o no comprarles cuando venden en las calles, redundando por tal razón, en un círculo vicioso que provoca justamente lo que se rechaza. Si no hay trabajo o no se les compran sus productos, esta gente no tiene que comer, tiene trastornos psicológicos, se desespera y finalmente, delinque.

En este punto, quisiera invitar a la reflexión que, de hecho, lo he compartido numerosas veces a través de mis redes sociales ya que, siendo yo misma extranjera, he vivido en carne propia algún rechazo que, sin embargo, gracias a las políticas gubernamentales de mi país de acogida, se nos ha permitido demostrar que podemos ganarnos la vida dignamente a la  vez que, aportamos lo mejor de nosotros mismos al enriquecimiento de todo tipo de este país, en mi caso, en España.

Cabe recordar, también y viniendo al tema, que hace algunos meses se produjeron por parte de franceses de origen árabe, importantes manifestaciones no exentas de vandalismo y agresividad en Francia, lo que provocó un debate nacional intentando saber qué fue lo que falló en la integración de dichos extranjeros y la conclusión fue que éstos, al no integrarse, habían creado guetos donde, especialmente los jóvenes, al no encontrar trabajo o vivir en un ambiente hostil, optaban por aislarse y refugiarse en su cultura y en su religión de forma radical, llegando muchos de ellos a coquetear con grupos extremistas con los nefastos resultados por todos conocidos.

En dichos debates, también se tomó como ejemplo de integración positiva a España que, como es sabido, aún con todas sus fallas ha logrado que los extranjeros, particularmente los de origen árabe, se integren de mejor manera, aunque siempre existe alguien que no lo hace, pero ello es lógico porque se sale fuera de todo control humano por más buena voluntad que se tenga.

¿Qué cómo se ha logrado lo anterior? Pues con políticas claras de integración partiendo, primeramente, de censos que permitan conocer la cantidad de extranjeros que viven en Ecuador, saber quiénes tienen trabajo y si no los tienen, conocer cuáles son sus aptitudes y también, saber cuáles serían las áreas donde existe alto índice de ofertas que no son cubiertas por los españoles, para que ellos lo hagan.

Es decir, un sistema estructurado que se organiza para acoger o rechazar a estos extranjeros en función de las necesidades laborales y de los servicios sociales que puede ofrecer Ecuador, sin afectar a los que ya viven y atendiendo, en casos de extrema necesidad, a aquellos que vienen por razones humanitarias que, generalmente, son pocos lo que no llegan ni a decenas. Por el otro lado, siempre hay alguien, para qué negarlo, que se siente perjudicado, pero normalmente son gente desinformada y que siente peligrar su estado de bienestar.

En nuestros países y en lo que concierne en el caso concreto de Ecuador, lo que se ve es una desorganización total porque, ni la gran mayoría de ciudadanos ecuatorianos puede acceder a un empleo digno y, sin embargo, se ha permitido recibir a casi 500.000 venezolanos, muchos más que lo que sumamos los ecuatorianos en España, país que triplica, por cierto , en población al Ecuador.

Parece ser que existen razones políticas en tal acogimiento y no sé con qué fin, lo que ha provocado la incomodidad de los autóctonos y las condiciones de miseria para los que llegan que, al no contar ni siquiera con organizaciones sociales, peor autoridades que los representen, porque, cosa curiosa, Ecuador tiene asambleístas que representan a los inmigrantes, pero parece ser que solamente representan a los ecuatorianos EMIGRANTES más no, a esta gente que también ha tenido que salir de su tierra y han llegado a Ecuador en calidad de INMIGRANTES y por lo mismo, con necesidades de apoyo, asesoramiento, representación o algún tipo de ayuda que ayude a paliar en algo, el rechazo social al que se enfrentan y la desorientación de todo tipo que hace que tomen decisiones equivocadas.

“Patria es donde comen mis hijos” decía Serrat que le dijo su madre cuando de pequeño le preguntó de dónde eran. Por lo mismo, solamente se ama donde recibe lo que se necesita. Lo contrario solo genera resentimiento, dolor, locura y finalmente, violencia.

Y eso es lo que, al parecer, sucede con los venezolanos.


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